Los Terapeutas de medicinas orientales recibimos a diario pacientes que vienen del sistema médico convencional. Pacientes que en su mayoría llevan años de “tratamiento” con sus médicos -medicina general y especialistas- y con una carga importante de consumo de fármacos.
Llegan cansados de seguir con dolor, “llenos de medicamentos” y con la sentencia de “tenes que acostumbrarte a vivir así”. Hay médicos que sostienen, además, “esto no tiene cura”. Cero solución, Cero esperanza, muy poca calidad de vida.
Sin embargo, “los idóneos” como nos llaman algunos profesionales abiertos, podemos ayudar y mucho a estas personas en la reducción o quita del dolor físico, avanzar en capacidad de respuesta física, autonomía, recuperación de capacidades, educación nutricional y sobretodo restableciendo la actitud ante las dificultades de la vida que en este caso pasan por una dolencia o afección de salud. Por consiguiente más Calidad de Vida, esperanza y alegría.
La pregunta que no encuentra respuesta es ¿porqué el sistema educativo no incorpora materias que contenga estas técnicas orientales? Es sumar! Hablo de medicinas con respaldo teórico, con aplicación milenaria y resultados más que comprobados. No hablo de sustituir una por otra, digo incorporar y sumar. Digo contar con más herramientas para ayudar al paciente, al que sufre; de dar cabal respuesta al juramento hipocrático...ser humildes y reconocer que solo sabe y aplican muy pocos recursos, porque cuando el médico dice: eso es incurable debería decir, yo no tengo respuesta para tu sufrimiento.
Vivimos hoy un mundo globalizado donde la información es amplísima y universal. Que mejor que tomar las virtudes del conocimiento global y aumentar el conocimiento de todos. Sumar conocimiento convencional, tecnología médica más sabiduría milenaria, ganaríamos todos. O no?...

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